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miércoles, 12 de junio de 2013

T.G.I.F

Gracias a Dios es viernes, es la frase que dice la mayoría de las personas en ese prometedor día a las 6:00 p.m, y las niñas que se creen anglo ambientan su ritual de belleza con la muy adolescente canción de Katy Perry, pero hay un grupo de seres que no están del todo agradecidos de que sea viernes, los cocineros.

Antes de que piensen que soy un resentido que no le gusta lo que hace, en mi defensa digo que no es así, que me apasiona mi profesión, por su versatilidad y por el constante aprendizaje que enriquece mi vida día a día. Pero querido lector que estas pensando en estudiar gastronomía, que te encanta ver El Gourmet y cocinarle a tus amigos los fines de semana, déjame informarte que si te metes en esto no van a existir los viernes y mucho menos El Gourmet, básicamente porque no vas a tener tiempo ni ganas de verlo.

En las escuelas de gastronomía te van a decir que esto es duro, pero una cosa es que te lo digan y otra es vivirlo en carne propia, ver como todo el mundo se arregla, se viste, se emperfuma porque van a la discoteca de moda a rumbear y muy seguramente a tirar después de embriagarse, puede generarte un poco de envidia, pero solo un poco, no mucho...

Los viernes son sinónimo de barullo, de fanfarria, de rumba, pero para nosotros los cocineros es sinónimo de trabajo duro y de esfuerzo, los viernes somos guerreros que nos armamos con una mise en place extensa y con mucha paciencia para sacar lo mejor de nosotros.

Por esto amigo o amiga te insto a que pienses muy bien que vas a hacer si quieres meterte en el mundo de la cocina, si eres una persona extremadamente social, con un itinerario muy apretado, pueda que te sientas un poco fuera de lugar, pero si estas dispuesto a trabajar los días que la gente "normal " sale a relajarse, a que el día de las madres veas a muchas madres excepto a la tuya, a perderte cumpleaños y aún así sientas la satisfacción de ver a un cliente con una sonrisa en la cara después de comer lo que preparaste, bienvenido a la batalla:  Afila tu cuchillo y a luchar ! AUU AUU AUU!!! (Que patético, lo sé).

Bueno mi gente, que el Bonfiest lua los libere del guayabo y los guíe por el camino de la luz.

LINGÜINI

martes, 23 de abril de 2013

Los ricos también lloran

Los ricos tambien lloran, sufren, sudan, se cortan y se encabronan.
Como sobreviviente de una escuela de cocina  de esas que  no son baratas les puedo decir que la cocina es una dulce madre que nos acoge a todos aquellos que disfrutamos el arte de llenar estómagos  pero tambien es una bitch que nos juzga por nuestro origen no humilde.
Antes de seguir aclaro: no soy estrato 50 y no voy a Miami cada fin de semana, pero cargo el lastre de haber estudiado es una escuela "bien". Y digo lastre porque aunque ame la escuela donde estudie y creo que recibí una buena formación es un sello que nos marca, que nos pre juzga.  Nos discrimina.
Y si, también es discriminación porque al empezar un nuevo trabajo siempre escuchas expresiones como: "Ahhh tu te graduaste de la escuela Pepito Perez...  seguro que quieres trabajar aquí?" o "Seguro allá los enseñan a mandar no a picar" o "Que va... tu no aguantas este ritmo". Y eso duele en el corazón de roastbeef que tenemos, porque aún sin conocernos asumen que el dinero compra el conocimiento y quien no se quema no sabe.
Soy cocinera y elegí darme látigo en una cocina, sé a lo que me enfrento y no tengo miedo. No piensen colegas de otras escuelas que aunque vaya en taxi, tengo tantas ganas de comerme el mundo como ustedes, mi habilidad se demuestra cocinando y creando.
Muestro con orgullo mis pocas cortadas y quemaduras, eso no demuestra que sé poco sino que soy cuidadosa y precavida así como me enseñaron.
Espero que con el tiempo pese más mi experiencia y mi reputación que mi diploma y dejen de subestimarme. Por ahora mientras la construyo... comeré y beberé.
Mis tocinetas caramelizadas, que el Alka Seltzer los acompañe!
COLETTE